Una mezcla de sensaciones en los bebés que se inician en el arte
enero 14, 2017 | Publicado por: Patricia Merello Guzmán
Palpar, apretar u observar son acciones intrínsecas en los bebés, quienes
comienzan a explorar su entorno y descubrir un mundo repleto de colores,
texturas y sensaciones. Jugar con su alrededor es un reflejo de la curiosidad que les mueve en su interior y les
lleva a estar en movimiento durante todo el día. El desarrollo de los bebés se
beneficia de las numerosas actividades artísticas apropiadas para su edad que
estimulan su creatividad y se conforman como un vehículo de aprendizaje y
relación social.
Pese a la dificultad que
presentan para sumergirse en proyectos de arte tradicional como recortar
figuras y pegarlas sobre una cartulina, los padres pueden optar por ejercicios
lúdicos que les permitirán crear un vínculo más fuerte con sus hijos. Experimentar es una palabra que define a los bebés
que, bajo la supervisión de un adulto, pueden sorprenderse con la creación de dibujos mágicos.
Al dibujar con cera blanca sobre una cartulina del mismo color, los pequeños se
inquietan al no percibir nada: sin embargo, cuando el adulto pinta con acuarela
sobre el soporte ante los ojos del bebé, este quedará fascinado.
El arte favorece el
desarrollo motor, cognitivo, social y emocional de modo y se muestra como una
reafirmación del propio bebé al plasmar a su antojo manchas de pintura por una
superficie cubierta de cartón o de una sábana blanca fijada al suelo para
evitar resbalones. Los bebés incitados por sus padres introducen sus manos y
pies en la pintura colocada en un recipiente ancho y, acto seguido, dejan volar
su imaginación revolcándose. Este tipo de juegos sensoriales les permite disfrutar al mismo tiempo
que descubren nuevas texturas.
Garabatear sin ton ni son y
sin ninguna pretensión concreta es otra actividad que divierte a los bebés, al
igual que jugar con papel arrugándolo, rompiéndolo o tirándolo. Asimismo,
pueden explorar, no solo con un folio sino también con la variedad de papeles
que existen, celofán, charol, de seda o de burbujas.
Las sensaciones generadas
en los bebés a través del arte despiertan su inquietud y les permite vivir
experiencias nunca antes vividas. No obstante, es preciso tener cuidado con los
materiales que utilizan ya que en esta etapa suelen llevarse a la boca todo
aquello que les resulta apetecible. Para evitar que los bebés ingieran
sustancias dañinas para su salud, se recurren a las pinturas caseras elaboradas con ingredientes naturales
y comestibles como la gelatina, el yogur o el sirope de
diferentes sabores. También se aplica a la plastilina.
Introducir a los bebes en
el arte es uno de los objetivos que persiguen proyectos como Área Cromática, con sede en Sevilla,
que organiza talleres de plástica y juegos creativos para
bebés acompañados por sus progenitores. De esta forma, se asombran, ríen y
aprenden mediante estímulos auditivos, táctiles y visuales. “La actividad plástica no es un mero
ejercicio de entretenimiento, forma parte importante del proceso evolutivo
integral de la persona” explica en su blog Carmen Calle, directora de
Área Cromática.
0 comentarios