Juan Martín Sánchez: "Participar o no en la construcción de un Belén no significa nada"
diciembre 24, 2016 | Publicado por: Laura Gómez
Este fenómeno no debe confundirse con el multiculturalismo. Ana Angulo Martínez, en su Propuesta de intervención de EducaciónIntercultural en el aula de Educación Infantil, señaló que la segregación de la sociedad hace que se limiten las culturas y que se posicione a unas como superiores frente a otras; en base a la mayoría y minoría étnica. Por su parte, la interculturalidad se refiere al intercambio de conocimientos y costumbres entre las distintas culturas; el conocimiento y enriquecimiento mutuo que se intenta conseguir en las aulas.
La Navidad es una época idónea para fomentar el interculturalismo y para labrar en las clases la tolerancia y el respeto; pero ello trae intrínseco que los profesores tengan infinidad de dudas sobre cómo actuar durante esta festividad y qué tipo de tareas son las más adecuadas. En cuanto a esa incertidumbre, Juan Martín Sánchez, sociólogo y profesor en la Facultad de Comunicación, opina que “la vida cotidiana son rituales constantes muy ensayados en los que lo importante es participar, no tanto los contenidos”. De modo que “no es relevante si es un Belén u otro tipo de figura, son solo herramientas, símbolos”.
Las aulas son escenarios de convivencia y conocimiento, donde se concentran grupos de alumnos con situaciones distintas, que les enriquece intelectualmente. La diversidad por razones sociales, etnia y cultura, las actitudes contrarias y las necesidades educativas especiales deben ser entendidas no como problema, sino como una necesidad social. El doctor en Sociología propone que los docentes deben fomentar la tolerancia y estimular a los alumnos a aceptar la heterogeneidad de la sociedad para así involucrarlos y mostrarles que "no todo el mundo comparte las mismas cosas".
Aristóteles atribuía las diferencias humanas a la experiencia: el ser humano es una tablilla de cera que la vida se encarga de grabar. Somos diferentes, porque nuestras experiencias son diferentes. Si éstas fueran idénticas, no seríamos únicos, ni gozaríamos de la diversidad que nos brinda nuestra especie. Por ello, en las aulas “a los niños hay que hacerlos fuerte en el sentido del respeto por uno mismo, por sus convicciones”, aclara el sociólogo.
Desde pequeños, los docentes deben trabajar con los alumnos una educación social, enfocada hacia la tolerancia y el respeto, para enseñar cuestiones como “que nuestra relación debe ser igualmente responsable unos con otros”, concluye el sociólogo. No debemos pensar pues en el aula como un espacio cerrado y excluyente. Potenciar el aprendizaje cooperativo entre los alumnos es vital, pues hay que educarles para el mundo real, donde “no le puedo decir a otra persona que es inferior a mí, cultural o religiosamente”, sostiene Juan Martín Sánchez.
"Participar o no en la construcción de un Belén no significa nada", explica el sociólogo y añade que "hay que crear el significado de que no hacerlo no te excluye”. La Navidad puede ser un momento para abrir la mente de los alumnos, mostrando cómo cada uno vive dicho festejo. Es una oportunidad increíble para educar valores a los niños, a los que en un futuro serán adultos y tendrán el mundo entre sus manos.
En definitiva, lo más importante es que nos sirvamos de esta época para enseñar y "dejar de poner el acento en que las cosas que no compartimos y que nos hacen diferentes", culmina Juan Martín Sánchez. Al fin y al cabo, como diría Newton, "la unidad es la variedad y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo".
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