La carrera de la vida
noviembre 11, 2017 | Publicado por: Unknown
Pocos dudan de que el
deporte, bien entendido, puede llegar a constituir una
herramienta fundamental en el aprendizaje de un niño.
Pertenecer a un equipo, el deseo de superación, aceptar la
disciplina de un entrenador, saber perder o el compañerismo son
aspectos tan necesarios para triunfar en cualquier actividad
deportiva como en la propia vida, hasta el punto de que hay
quien mantiene que esta última es una carrera y los años, sus
kilómetros. O quien la compara con un combate de boxeo en el que no
importa cómo de fuerte pegar, sino levantarse tras recibir un golpe.
Sobre todas las cosas, el
niño ve en el deporte un juego. Y se sabe que jugando se
aprende mejor. El balón, la bicicleta, la canasta, la raqueta o la
piscina se convierten en su bien más preciado, en aquello que le da
forma a su vida. "Puede parecer que es preferible que nuestros
hijos practiquen deportes colectivos, pero no hay que engañarse ya
que, cada vez más, los entrenadores apuestan por preparar
conjuntamente a deportistas de deportes individuales, como ocurre en
el atletismo". Son las palabras de Antonio Fernández Martínez cuando se le pregunta qué deporte aconsejaría a sus
hijos practicar, a lo que el Secretario
General para el Deporte de la Junta de Andalucía añade: "No
hay que imponer nada; es el niño quien debe elegir".
Incluso si opta por dedicarse al arbitraje. "Los jueces y
árbitros son figuras indisolubles en el deporte", puntualiza
Fernández Martínez.
Este, ante todo, profesor
tiene voz y voto en la materia. Doctor en Educación Física y Premio
Extraordinario de Doctorado en Ciencias de la Salud por la
Universidad de Granada, sus amplios conocimientos le llevaron a
impartir clases en la Universidad Pablo de Olavide, de donde es
profesor titular y en la que fue Decano de la Facultad de Ciencias
del Deporte. Hasta que en 2015 fue requerido por el gobierno
autonómico. "La Junta de Andalucía tiene un plan del
deporte para edades escolares, y, en este sentido, trabajan
conjuntamente tres consejerías: Educación, Salud y Turismo y
Deporte. El objetivo es marcar unas líneas de promoción para que el
deporte sea una parte activa de la vida de los niños,
mejorando su salud y evitando enfermedades", explica este
docente granadino, a la vez que destaca la labor de las distintas
federaciones en materia de colaboración.
El fomento del deporte en
la infancia es una realidad, así como el propósito de cicratizar
"la brecha" existente entre géneros. "La
población femenina suele estar menos vinculada al deporte
federativo. Curiosamente, a partir de los 65 años las mujeres son
más propensas a hacer deporte que los hombres, pero en edades
tempranas los chicos son más numerosos que las chicas. Al respecto,
la Ley del Deporte, recientemente aprobada, incide en la
igualdad entre géneros y en una sociedad igualitaria",
señala Fernández Martínez, haciendo hincapié en que la presencia
de la mujer en el deporte no debe darse sólo en el terreno de juego,
sino también en los despachos: "Tiene que haber mujeres que
decidan". Y, de la misma manera, mujeres referentes: "La
igualdad también debe llegar con mujeres ídolos, como ocurre con
Carolina Marín en nuestra tierra".
Sin salir de la línea, y
volviendo a la infancia, el Alto Cargo de la Junta no ve
inconveniente en que un niño idolatre a un deportista profesional,
eso sí, "con mesura". "Es lógico que los niños
tengan ídolos, pero también que éstos sean conscientes del
rol que juegan en la sociedad. Messi, Ronaldo o Ramos deben asumir
que son espejos para muchos niños". Y la prensa, cómo
no, juega un papel muy importante en la relación del deporte con la
infancia. "Entiendo que vende más informar de cosas negativas,
pero a lo positivo también hay que darle su sitio", apunta el
profesor, quien no fija una edad determinada para que el niño deje
de ser niño y pase a ser deportista: "Depende de sus
características. Si un niño apunta alto en alguna disciplina debe
seguir un proceso bien articulado. No se le debe imponer nada
y, por supuesto, no debe olvidar nunca su formación
académica".
¿Y los padres?,
¿qué papel deben desempeñar los progenitores de un pequeño
deportista? Antonio Fernández Martínez lo tiene claro. "Ni un
padre es entrenador, ni un entrenador es padre. Es cierto que tienen
un objetivo común y que muchos valores de ambos son coincidentes,
como la autoridad, la enseñanza o el respeto, pero cada uno debe
asumir su rol", matiza, poniendo en valor "la formación de
entrenadores": "No sólo hay que preparar a los
niños, también hay que preparar a quienes les preparan".
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